Planteamiento ingenioso sobre la cuestión.
150 palabras como máximo.
Imagen: http://www.countryliving.com
LOS LIBROS NO SE APAGAN
Marta Aparicio
Recuerdo que estaba en un bosque. No sé dónde ni con quién, a mi alrededor sólo había árboles y una voz que me llamaba a lo lejos. No podía distinguirla. Medio inconsciente, me levanté. La sombra de los pinos me daba frío. Los rayos de sol que lograban adentrarse entre la espesura eran tan finos que no llegaban a calentarme. Decidí buscar un claro para ubicarme y encontrar el camino de vuelta. Pero no sabía hacia dónde encaminarme porque no recordaba cómo había llegado hasta ahí. La voz dejó de buscarme. El silencio conversaba con el viento pero mi respiración, acelerada por el nerviosismo, no me dejaba escucharles. Estuve dando vueltas y poco a poco, la luz se apagó. Afortunadamente había una solución para seguir, para caminar de nuevo por el bosque y saber cómo acababa todo. Fui a buscar el cargador de mi e-book y seguí leyendo.
PÍO PÍO
Marta Aparicio
Si yo fuera un pájaro, desearía vivir en un bosque. Buscar las ramas para crear mi nido. Despertarme cada mañana con los primeros rayos de sol. Planear con el viento que pasa entre los árboles. Pero no lo soy, soy un e-book. De todas formas, me siento bien al pensar que los pájaros podrán vivir en sus bosques, que puedo albergar miles de historias, recrear cientos de mundos. Y si tengo suerte, algún día alguien me leerá debajo de un árbol, tumbado en su sombra, rodeado de su silencio, que sólo se verá interrumpido por el piar de un pájaro en su nido.
SUEÑOS ROTOS
Leopoldo Trillo Figueroa Ygual
Aquel día fue diferente. La habitual armonía entre todos los miembros de la arboleda, devino en un sinfín de dimes y diretes. A unos les parecía bien que el fin de sus vidas fuera el ser convertidos en papel; aunque, los defensores de esa postura, matizaron que no era lo mismo transformarse en hojas de un libro de poesía que en desagradable papel de celulosa enrollado. Otros consideraban que, antes de ser reducidos a minúsculos granitos de serrín, era un honor permutarse en mueble o, finalizar sus días, dando calor a la gente que se ensimismaba contemplando las múltiples coloraciones del fuego y el crepitar de la leña, acurrucada al lado de una chimenea intentando llenarse de calor.
Cuando ya atardecía, cuando todos se preparaban para descansar, pasó por allí un coche. De una de sus ventanas salió una colilla encendida. Aquella última noche fue diferente. Tuvo luz como el día.
EL BIBLIOTECARIO.
Maribel D'Amato
Hoy es no es un día cualquiera para Mr Princepton. La Universidad prepara su fiesta de jubilación. La biblioteca está engalanada con banderolas y guirnaldas, al fondo luce una pancarta llena de tópicas frases de despedida. Los profesores han escrito emotivos discursos y. los alumnos envuelven con cuidado el último Papyre del mercado.
Charles Princepton coje hoy el último tren hacia su trabajo, se sienta en el segundo vagón, junto a la ventanilla y contempla el paisaje. Un sinfín de arboles pasan ante sus ojos. Son muchos, mas de los que habían cuando empecé a viajar en esta linea hace ya cuarenta y dos años,.- piensa-.por aquel entonces, mi biblioteca estaba llena de estanterías rebosantes de libros .Me gustaba subir las escaleras y rebuscar entre ellos,era feliz clasificandolos una y otra vez. Ahora la tecnologia ha dado un paso adelante. El e-book se ha adueñado de los lectores y los árboles vuelven a crecer en las veredas de los caminos.
OTRA SOLUCION
Mar Olmedo
Soy un roble joven, he nacido en Cantabria (España) apenas tengo unos años, escucho a
los robles mayores y según ellos aprendo rápidamente.
Están preocupados lo noto en el movimiento de sus ramas, en el temblor que noto cuando se acercan los hombres.
Dicen que van a seguir talando, cortan y cortan sin miramientos, me dicen que no me preocupe, que me quedan algunos años para seguir disfrutando del sol y de la tierra fértil y húmeda.
Me cuentan que en un país lejano existen “Granjas de Árboles”, bosques que se replantan únicamente con el propósito de utilizar la madera para hacer papel.
Yo no se lo que es el papel, me cuentan que a veces el viento nos ha traído algunas hojas, que han quedado enganchadas a nuestras ramas.
Me entristece pensar que desapareceremos pronto. ¿Tan valioso es ese papel?