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Curso 2016/17

viernes, 28 de enero de 2011

EJERCICIO 8. SOBRE LA DIFICULTAD DE ENCONTRAR PAREJA ("ADECUADA").


En una revista norteamericana de bricolaje y consejos de construcción apareció el siguiente anuncio:

SE BUSCA: 
Alguien que viaje conmigo al pasado Esto no es una broma. P.O. Caja 322 Oakview, CA 93022. Se pagará al regreso. Debe traer sus propias armas. La seguridad no está garantizada. Sólo he hecho esto una vez antes.

Leído en:
Apareció por primera vez en 1997, en la página 92 del número de septiembre/octubre, y fue escrito por John Silveira. 
Durante los primeros años de la revista, su editor, Dave Duffy, a veces encontraba dificultades para llenar la página de clasificados, y le pedía a Silveira que llenara los huecos con algunos chistes. Cuando una noche el editor acudió a él desesperado porque le sobraba espacio, Silveira no tenía contenido, Duffy le sugirió que se inventara un par de anuncios clasificados. Uno era de un chico que buscaba novia. El otro, el del viaje en el tiempo.
Lo que ni editor ni redactor se esperaban fue el éxito que tuvo el segundo anuncio. En poco tiempo se recibieron cientos de cartas preguntando por él, mientras que sólo llegaron cinco respuestas para el anuncio de “se busca novia”.
(…)
Las que iban dirigidas al anuncio del peculiar viaje, en su contenido se advertía que la mayoría  creyó que era un anuncio real . Otros reconocieron que aunque les parecía una broma escribieron con la esperanza de que no lo fuera.
Numerosas cartas fueron de personas que querían cambiar algo de su pasado: prisioneros que afirmaban que no volverían a cometer el crimen por el que estaban en la cárcel, otros que querían intentar salvar a un ser querido de la muerte, etc. 
Silveira aún conserva algunos cientos de esas cartas, pero dice que lo que más le gustaría es que alguien respondiera al aviso de la novia, porque 13 años después, sigue soltero.
...................
Propuesta:
Escritura de un texto a partir de algún aspecto de esta "pintoresca" historia.

Esta vez sin corsé, es decir: extensión libre.
LA DEFINICIÓN ACADÉMICA ES INSUPERABLE:

adecuado, da.
(Del part. de adecuar).
1. adj. Apropiado a las condiciones, circunstancias u objeto de algo. Adecuado A las normas. Adecuado PARA ir a la playa.


Real Academia Española © Todos los derechos reservados


 
Podéis comprobarla:
http://buscon.rae.es/draeI/SrvltGUIBusUsual?TIPO_HTML=2&TIPO_BUS=3&LEMA=adecuado



miércoles, 26 de enero de 2011

ELEFANTIASIS. RAÚL ARIZA.

De la elefantiasis hay una variedad literaria, menos terrible que la enfermedad provocada, supuestamente por los parásitos de los países siempre cálidos. Es de igual modo persistente y crónica, pero no incapacita sino que entre otros efectos, proporciona al lector unas gafas de aumento con las que acercarse a los libros futuros.
Esta visión ampliada, como síntoma, comienza a manifestarse una vez recorrida la última frase del libro: “Y entonces todo sucedió en un instante”.
Esta clausura es engañosa porque la colección de relatos no acaba ahí.
Tampoco hay perdices, el único vestigio de estas aves es la pluma alada, o la estilográfica emplumada, que identifica a sus Editores Policarbonados.
El lector es pescado desde la cubierta de este yate monocromático, un barco laboratorio al que el color oro viejo protege del óxido. Dentro, en los pasillos y camarotes cuelgan las ilustraciones de Carmen Puchol.
A bordo no se investiga a los personajes sino a quién se acerca a ellos sobre las páginas. Cuando lo advierte, al lector ya se le han inoculado imperceptiblemente y en pequeñas dosis, partículas de verdad, que por pertenecer a la literatura son imperecederas.
Durante el crecimiento posterior y debido a ciertos reactivos se producen a veces  deformidades en quien lee, si estos elementos no son asimilados por su organismo debidamente. Como en la mayoría de casos, esto depende de la naturaleza y las condiciones de salud desde las que se parte.
Las primeras manifestaciones coinciden con la reaparición de los protagonistas en escenas que no sucedieron y en moviola, hacia atrás, en esta operación de montaje: los gemelos se sientan junto a Silvia en el sofá, Samuel se queda en la cama de la bibliotecaria, Mercedes y Alicia prefieren el probador de una tienda de artículos para practicar deportes de riesgo, nace por fin el hermano del rey de la calle, la sandía abierta bajo las primeras luces se parte, las gentes de vino áspero descubren los licores dulces y los de sexo clínico se operan inversamente.
En una fase más avanzada, se presencia un fusilamiento pasional, el lector tose en la misma habitación que comparte con los detectives salvajes, y después, encuentra solaz en las caricias a un anciano de envergadura abusiva y corpulencia casi mórbida, que necesita mimos, como todos.
Si cursa con delirios y fiebre, entonces el contagiado, le dirige la palabra a alguien que espera al cartero en la encrucijada, para no hablar con él, desde que lo dejaron huérfano unos martillazos.  Y entra en acción, cuando decide vendarles los ojos a Julio y a Andrés en el almacén de la enfermería, donde están ocultos, apresurados, para confundirlos aún más añadiéndose al juego.
Aunque el libro se cierre, las solapas siempre se quedan abiertas, forman ángulos o alas, se revelan ante el tedio impuesto por las dos dimensiones y su silencio.
Y las nuestras, los cuellos planchados de camisas y abrigos, son el asidero en este interrogatorio al que nos sometemos voluntariamente. Después de haber tenido acceso a estos sucesos nada minúsculos que relata Elefantiasis, nos acercamos, los vemos con precisión, sin borrones ni interferencias, sin nada que no “venga a cuento”. Son rebanadas de vida, tranchetes de vie, en francés, que nos invitan a confrontarnos con sus habitantes. Nadie es mejor que nadie, nos dicen, sabios y lacónicos.
El precio por husmear en el mundo del prójimo es descubrir que no somos ajenos a él, sino que vivimos en las mismas coordenadas. Lo que sucede es nuestra propia historia, que nunca, a pesar de la denominación, atañe sólo a la primera persona, sino que incluye al entorno que la lupa elefantiásica,  instrumento y resultado a la vez, nos muestra.

El hombre de contradicción no era solamente Unamuno, aunque a él le gustara definirse así. Esta es la conclusión del trabajo de observación del autor entomólogo que no juzga sino que admira y registra el comportamiento de unos seres vivos, sometidos a veces a presiones tan insoportables, que los convierten en otros.
Hay en Elefantiasis un narrador aséptico, que borra cualquier rastro de su presencia para que sintamos que no hay mediación, aunque sí mucha medición, en estos  acontecimientos que se muestran directamente.
La valoración de estas muestras recogidas queda para quien recorre con sus ojos las líneas descarnadas, letra de los paisajes y estancias de Edward Hopper, relatos que bajo una segunda piel saben que late siempre el alma humana.
Joseph Merrick, el hombre elefante, se moldeó con una sensibilidad hiperestésica, exacerbada y consiguió la proeza de descubrir a los auténticos monstruos, que enajenados frente a él le arrojaban carcajadas y bromas sádicas.
De esta lección, de la naturaleza mutable, de la salvación, y de la posibilidad infinita de reinventarse, trata el libro Elefantiasis de Raúl Ariza, un escritor que ante los icebergs enormes de los glaciares siempre sabe dónde colocar el mar.

Rosario Raro.

sábado, 22 de enero de 2011

Tecnocuento ganador del programa 5.0 de rne.


ASEPSIA

Ganamos la guerra contra los virus y las bacterias. Ahora vivimos en un mundo impoluto pero nos han quedado secuelas. La mayoría padecemos anosmia. Es terrible carecer del sentido del olfato y por ende de gusto. Lo hemos solucionado con la implantación de un microchip en la glándula pituitaria amarilla. Mi implante es defectuoso, mañana me lo cambiarán por uno nuevo. Mi microchip lleva demasiado tiempo con el nivel del captador de feromonas elevado.
Ayer me abalancé sobre mi compañero de trabajo, presa de un arrebato sexual exacerbado. 
                                                                                            
                                                                                                                                        Isabel Ubé.
Créditos de la imagen: http://www.taringa.net


viernes, 21 de enero de 2011

EJERCICIO 7. LATITUD EMOCIÓN


Consignas:
1.1 Seleccionar el poema preferido de toda la historia (conocida) de la literatura mundial.

1.2.Elegir un aforismo http://es.wikipedia.org/wiki/Aforismo, frase, cita, etc. cuyo contenido resulte especialmente cercano porque constituya algo así como un lema vital.

Ejemplos:
"Lo que no te mata, te hace más fuerte". Friedrich Nietzsche
"Las cosas sólo tienen una dificultad, hacerlas". http://es.wikipedia.org/wiki/Max_Aub
"Si luchas puedes perder, pero si no luchas estás perdido." Leído en la camiseta de un camarero de un pub llamado Malángel.
"El triunfo no consiste en ganar siempre sino en no desanimarse nunca". Dicen que la dijo Napoleón.
Se podría aplicar perfectamente también a la escritura pretendidamente literaria y sus vicisitudes editoriales y “concursales”.
Graffiti, títulos, algo que nos ha dicho un amigo, cualquier expresión que nos resulte sugerente y sobre todo, que tenga fuerza.

1.3. Intento de escritura de un poema con las siguientes características:
Extensión: Menos de 15 versos.
Su forma debe coincidir con la del poema elegido en 1.1.
Su contenido debe desarrollar la idea fundamental del aforismo, frase, pensamiento, etc. de 1.2

Plazo: antes del jueves 27 de enero de 2011.

Es el momento de afilar los lápices,  o abrir el procesador de textos.

Salud y suerte en el terreno poético también.
Seguramente os sorprenderéis con el resultado.


http://www.rosarioraro.net/

Créditos de la imagen: http://25.media.tumblr.com/tumblr_l826ynPjWR1qzm41zo1_400.jpg

sábado, 8 de enero de 2011

Relatos del Taller en miNatura

Mechanical Parody/ Verónica Segoviano Marinas
La letra con sangre entra/ Dori Valero
Fobia/ Javier Pauner Alcázar

También aparece el Cómic: Fobia de Javier Pauner Alcázar  con el que ilustra su relato del mismo título.

Los textos:


MECHANICAL PARODY
Los ruidos procedían del sótano. Al girar los goznes de la puerta el espectáculo lacerante convirtió mi sudor en astillas de hielo: un iPad agonizaba en una maceta cuajada de violetas de vinilo, el router pendía sin vida de la lámpara del techo, el joystick conducía una hilera de hardware periférico ligado por euroconectores alrededor de la bicicleta, el e-Reader declamaba las tres leyes de la robótica, en el centro yacía inerte y rodeado de velas negras el disco duro multimedia. ¡Ctrl. No!

Soy especialista en exoesqueletos, pero aún así mis propias eLegs se paralizaron desde las ingles a los tobillos. Supe que esa vez la rebelión había colonizado mis tuétanos.  ¡Ctrl. Z(as)!

 

LA LETRA CON SANGRE ENTRA

“Colocaos los dispositivos de adiestramiento, vamos a empezar la lección de hoy. Historia contemporánea, siglo II después del desastre -ordenó la maestra-. Y tú, 25-02-05-2235, no te aguantaré ninguna tontería”. “Sí, señorita Chocolate Amargo” –respondió el niño bajando la cabeza para esconder una sonrisa traviesa-. “Si en la colmena me asignan uno de esto, lo reciclo” –murmuró la mujer torciendo el gesto-. “Bien, empecemos.”

La clase se ajustó los aparatos sobre la frente con movimientos lentos y pesados. La instructora tomó asiento tras el escritorio y digitalizó las coordenadas del tema que iba a impartir. Los niños comenzaron a agitarse espasmódicamente. Algunos sufrían fuertes convulsiones, otros sacudían la cabeza sin control, incluso había a los que les sangraba la nariz. La maestra fijó su desafecta mirada sobre los pequeños ordenando: “Tranquilizaos, sabéis que no pasa nada, vuestras conexiones sinápticas se están estimulando con la información que reciben. Recordad que es necesario, forma parte del proceso de aprendizaje. Si no conseguimos convertiros en ciudadanos nos encontraremos otra vez con el desastre, y no lo voy a permitir, si está en mi mano. Tú, 25-02-05-2235, ¿te has vuelto a poner mal el aparato? Si lo has hecho, te envío al aula de reimplantación, el arco de estimulación sináptica no te parecerá tan gracioso.”

25-02-05-2235 comenzó a agitar su cuerpo violentamente mientras clavaba la mirada en la educadora. Sus ojos escondían un destello de perspicacia.

 
FOBIA
Volvió a ocurrir.
Estaba en aquella trinchera junto a sus dos amigos. El mismo escenario, los mismos compañeros. Caminaba pisando las manzanas podridas y las entrañas de numerosos cadáveres que cubrían el suelo embarrado.
Durante un atronador ataque de granadas, sus amigos desaparecían envueltos en humo y  cenizas.  Él en cambio era tele-transportado a otro lugar. Había una casa de estilo victoriano, rodeada por un jardín con muchos manzanos. De nuevo se encontraba con los mismos frutos desperdigados por el suelo, pero esta vez no estaban podridos sino que tenían una pinta muy apetecible. No podía resistirse al aroma y cogía  una manzana para darle un mordisco, pero una sensación eléctrica le recorría el cuerpo, despertándolo del profundo y desconcertante sueño.
Ya son veinte los pacientes androides con el mismo sueño. Mi hipótesis como especialista es clara, Microsoft sigue temiendo a la competencia.  Sus androides tienen fobia a las manzanas.


Para leer el número completo:
http://www.servercronos.net/bloglgc/index.php/minatura/

martes, 4 de enero de 2011

Ejercicio 6. RELATO NEGRO O ERÓTICO.

Esta vez la extensión es de 5.000 caracteres con espacios. Traducido: un poco más de página y media.

Hay dos alternativas:

1. Relato negro.
En sentido amplio: policíaco, crónica de sucesos, misterio, ambiente oscuro, crónica de fracasos, atmósferas opresoras, corrupción, lenguaje crudo, bajos fondos, ilegalidad, personajes turbios, miradas ácidas, femme y homme fatale.
Y una recomendación: José Luis Alvite. Uno de los mejores autores, en mi opinión de este tipo de temática.
Más información:
http://historiasdelsavoy.blogspot.com/
http://www.elcultural.es/version_papel/LETRAS/10581/Historias_del_Savoy
Alta literatura.


2. Relato erótico.
También en sentido amplio.
Y un consejo: si es poético y/o humorístico tendrá mucho ganado.
No sólo urbana y actual, también puede ser rural, egipcia, medieval, renacentista e incluso simbólica y alegórica.
http://es.wikipedia.org/wiki/Alegor%C3%ADa

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"Valen" adaptaciones, versiones de relatos anteriores. Ordenar el inventario siempre produce sorpresas.
Y quien quiera puede escribir ambos textos. Así tiene el doble de posibilidades de que se lo publiquen. 
(Pista del destino de esta obra que se desvelará más adelante).

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Créditos de la imagen: Revista Viajar. Savoy Hotel, Londres.