A Roser Barrufet i Soldevila la conocí en una conferencia de Ian Gibson donde también estaba Antoni Albalat Salanova y Kusunoki Masashige. Nos presentó, mi proveedora de servicios habitual y amiga regaladora, Adela Torres Esplà, a ella le debo esta amistad entre homónimas, entre tocayas que además comparten “El ansia de escribir”. Con estas palabras que entrecomillo, la escritora de Barcelona ha titulado su intervención de mañana martes día 16 de diciembre a las 18.00 horas en el aula 1005 de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales.
Roser no tiene cadenas en el alma, a pesar de que así se llama uno de sus libros, y es ante todo una mujer contemporánea. En 1997 publicó unos cuentos navideños en un escenario insólito y bastante más ardiente que la Laponia de Papá Noel. Es autora también de muchas novelas, entre ellas: Misteri al parc d'atraccions, La platja encantada, L'embruix d'una guitarra cordovesa y Estel d'hivern. Paolo Tempi se ha traducido al euskera y al castellano, de momento.
El 7 de junio de este año volvió al teatro Principal de Castellón La hora dels ocells, Premio Nacional de teatro 2004 Castelló a escena. Su obra La tercera juventud se ha representado más de treinta veces. En la Uji estrenó La república de Mm. Apoline, biopic sobre una vedette con amigos okupas. En 2013 ganó el premio de teatro Ciudat de Torrent con Una casa com de bojos.
Roser tiene una vida muy literaria con chispa y también con Xispa, su fox terrier, y dice que “Si poguérem cultivar constantment la il·lusió, aconseguiríem viure com en un jardí ple de bellesa…” Mark Twain dijo que “Para Adán, el paraíso era donde estaba Eva”. Así sucede con ella, cuando aparece nos trae consigo este locus amenus.
Gracias, Roser, por querer compartir esta tarde, la primera de muchas otras, con nosotros.
Rosario Raro
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