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Curso 2016/17

martes, 18 de diciembre de 2012

PACO TEJEDO en la UJI









JUEVES 20 DE DICIEMBRE EN EL AULA 1213 DE LA FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y SOCIALES DE LA UNIVERSITAT JAUME I DE CASTELLÓN.

Paco Tejedo (Nules, 1943) es conocido por su dedicación a la pedagogía teatral. Traductor de Apuleyo y adaptador de otros textos clásicos, dedica su vida a levantar proyectos dramatúrgicos, a enseñar la práctica teatral en varios másteres y a la docencia. Últimamente se ha decantado por la narrativa, terreno en el que ha cosechado diversos premios.

Qué hacer para morir asesinado (Barcelona, Ediciones Oblicuas, 2009) es un libro articulado en trece relatos en los que la sorpresa asalta al lector desde diversos puntos de vista: unas veces porque asistimos a las peripecias de personajes que no se comprenden a sí mismos hasta el momento de la muerte, como en “Perseguir una sombra” y otras porque la identidad del narrador no se revela hasta avanzada la historia, como en “Paso de peatones”. Se trata, por tanto, de esconder un final que emerge de forma inesperada, como un peaje a la novela negra filtrada por la irrealidad y lo misterioso. En ocasiones, también convierte el atrezo en el elemento necesario para que lo contado pueda existir, como en “No queda elegante matar a la reina con un cuchillo de cocina”, lo que eleva la importancia de los elementos que rodean el desarrollo de la narración a un rango esencial.
En cuanto a las épocas tratadas en los relatos, se tienen ocasión de visitar el Egipto faraónico, la Numancia resistente o el ambiente artístico del Papa Farnesio; períodos más recientes como el protagonizado por Maura, e incluso se recorren tiempos actuales, como en la parábola del racismo “Tiro al blanco”, donce relativiza clisés léxicos cuyo envés desvela una ligazón racial mal digerida.
Tampoco escatima Paco Tejedo la ocasión de reflexionar sobre el proceso de la escritura. Así, en “No queda elegante…”, intercala en la narración calas metaliterarias y recortes de cuentos en cuyo proceso está inmerso el narrador; o en “La mujer que transportaba arañas en el pelo”, donde demuestra que la descripción realista siempre es puro artificio, aunque ésta sea increíble. De ahí que el léxico rico, preciso y sugerente de Qué hacer para morir asesinado instale la imaginación del lector en la cima de la ficción que recrea; no en vano, uno de los narradores confiesa cómo un personaje le anima “para darle verismo y credibilidad al relato y a que puliera el léxico para representar una pequeña pieza de orfebrería.”
En la novela corta El copista furtivo se descubre a un autor, Paco Tejedo, enamorado de la literatura del Renacimiento español. El narrador, Diego de León, es un privilegiado protagonista que ayuda nada más y nada menos que a Fray Luis, tanto en los menesteres de intendencia, como de estudio; incluso comparte desplazamientos al huerto de La Flecha. Pocas veces se tiene la oportunidad de paladear un homenaje tan sentido a una época y a un autor, cuya dedicación filológica le costó no pocos disgustos, e incluso algunos años de cárcel que merodean sobre el salmantino cuando ambos se despiden. La polémica entre agustinos y dominicos, los estudios del Brocense, las traducciones del Cantar de los Cantares y hasta el origen de la expresión “ir de picos pardos” conviven en una Salamanca que irradia saber, como una “pequeña Roma” que amasa el saber a pesar del poder eclesiástico.
Diego de León es un testigo que ha interrumpido sus estudios de pendolista en Zaragoza ¾de ahí el título de la obra¾ para dedicarse a la vida del convento en Castilla. Será allí donde se cruzará con Fray Luis, donde tangencialmente se verá envuelto en un crimen y donde sus actos desencadenarán la tormenta de intriga que sobrevuela la novela, cuya solución se aventura más allá de las páginas del libro.
Y un homenaje a esta época no hubiera resultado justo si la riqueza léxica, el andamiaje técnico escondido y la erudición presentada como algo circunstancial no hubieran estado a la altura del tema. Si lo que está en juego es la palabra, la traslación de textos de una lengua a otra y las consecuencias de bordear los parámetros que marca la Iglesia, el cuidado por cómo se dicen las cosas ha de ser exquisito. Resulta creíble el discurso de fray Diego, erudito y sin recovecos ¾tan renacentista¾, al servicio de una trama que desde el primer momento enlaza al lector y lo conduce por un sendero de pergaminos, letras capitulares y ¾si hay crimen¾ también por el erotismo que se desprende de los textos bíblicos. (Pasqual Mas).

Más datos sobre el autor:
Web sobre teatro en la Educación y teatro grecolatino.
AVEC. Associació valenciana d'Expressió i Comunicació
Reseña de Yose Álvarez-Mesa
Premio Encarna León. Melilla
Premio Cáceres de Novela corta

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