sábado, 7 de noviembre de 2009
LA COMUNION DE MAPI
Maribel Damato
Recuerdo esta historia como algo alucinante, algo que marco a mi familia y por la que mi madre y mi tía, pese a ser hermanas de sangre, estuvieron unos años sin hablarse.Ni Mapi, mi prima, ni yo entendimos nunca que fue lo que las llevo a ello y es por eso por lo que quiero trascribirosla por si alguien de vosotros encuentra sentido a tal desvarío. Por suerte, o mas bien por desgracia, tuvo que enfermar un pariente semilejano y con mucha pasta para que las hermanas hiciesen las paces, no fuera a ser que el familiar se diera cuenta de las desavenencias entre las hermanas y dejase su gran patrimonio a otros parientes mas lejanos que, casualmente, también estaban alrededor del enfermo.
Pero, no es esta la historia que me trae aquí, sino la comunión de mi prima Mapi que empezó varios meses antes del gran desenlace, justo una tarde lluviosa de finales de Septiembre cuando mi tía vino a casa a comunicarnos el día del gran acontecimiento familiar. Vicenta, mi tia, no paraba de hablar y tanto cotorre;o que cuando por fin callo, cogio la puerta y se fue a su casa mi madre comento en voz casi mas alta que la de su hermana que ya veriamos que iba a salir de todo eso, que su hermana era una cursi ostentosa y que pena le daba la pobre Mapi. Yo, sin embargo estaba muy contenta, primero porque iríamos de fiesta y segundo porque me comprarian un vestido nuevo y dejaría de ponerme el azul de mi hermana mayor que debía tener mas de siete años.
En casa de mi prima todo era ajetreo. Mi tía Vicenta, pertrechada de bolso y un fajo considerable de billetes, salio a comprar el traje mas blanco y mas lleno de volantes y piedras brillantes que encontara en la ciudad y, además lo corono con una idem de flores y piedras que iba a ser la envidia de todos excepto de mi madre que comento que era un traje cursi y horroroso
Unos días mas tarde Mario y Vicenta , o sea mis tíos, salieron en el coche a buscar un sitio donde celebrar el banquete y, tras dedicar toda la jornada a tal asunto, llegaron agotados pero satisfechos porque habían encontrado el local idóneo. Una sala grande con un montón de altavoces y una bola grandisima en el centro que daba vueltas y era de espejos. Se llamaba Souvenir, y también tenia otro nombre pero que no lo recordaba.
Estuve toda la noche pensando en la suerte de mi prima, fíjate tu que iba a un colegio privado carisimo,que le habían comprado el mejor traje y , además, un salón lleno de luces y altavoces. Seguro que luego pondrían discos y bailaríamos como en una discoteca..No podía dormir y salí a beber agua a la cocina y al pasar por delante de la habitación de mis padres les oí reír fuerte y pegue la oreja a la puerta por si me reía yo también. Lo que decían no tenia ninguna gracia, o al menos, yo no se la vi. Estaban hablando del local de los espejos y de mi tía. Mi padre decía que entre el traje y el banquete eso iba a ser el acabo se. Bebí y me volví a la cama.
Fue transcurriendo el tiempo y finalmente llego el gran día de Mapi. Estaba guapisima y su vestido relucía mas que los de las otras niñas. En la capilla de su carisimo colegio privado todo estaba lleno de flores y velas, El cura hablo de una paloma, del diablo y de que no debian mentir, ni desobedecer a sus padres, de que tenían que estudiar mucho e ir a misa todos los domingos. Eso me pareció bastante pesado y difícil de cumplir, pero a mi aun me quedaban dos años para ser como Mapi y tomar la comunión. A lo mejor, como yo iba a un colegio publico no pedían tantas cosas, pensaba yo mientras el cura seguía a lo suyo.
Finalmente salimos de la iglesia y nos dirigimos al local. Yo iba en el coche de mis tíos con Mapi. Íbamos cogidas de la mano y nos la apretábamos nerviosas con ganas de llegar para ver la sala de los espejos y curiosear por si había algún sitio donde pudiesen poner discos.
Cuando bajamos del coche, vimos a varios chicos y chicas alrededor de la entrada. Todos se tambaleaban un poco y hacían como que bailaban. Y, una vez dentro, vimos a mucha mas gente bailando al son de una música altísima. Ni Mapi ni yo vimos mesas preparadas en las que hubiesen ni papas,ni aceitunas, ni almendras, ni mucho menos calamares ni croquetas.
Mis tíos preguntaban por el dueño del Souvenir, pero, en la puerta no había mas que un señor muy forzudo y muy enfadado que insistía que eso no se llamaba Souvenir y que era un after. Mapi y yo no entendíamos nada aunque todo eso nos parecía divertidisimo.
De repente note como mi madre me cogía del brazo y me apartaba de Mapi al mismo tiempo que gritaba
Vámonos hija, que tus tíos nos han traído a un antro. Esta es la maravillosa fiesta que le has preparado a Mapi, le increpaba a mi tía. No se para que tanto traje hortera y tanto preparativo, Vicenta. Siempre seras igual. Si querías demostrar tu poderío económico la verdad es que te ha salido el tiro por la culata.
Yo no entendía nada, pero me aferraba a la mano de Mapi que no hacia mas que llorar. A mi tía la tuvieron que sentar en una silla porque se puso entre blanca y roja y mi tío se acerco a mi madre y le dijo algo así como que era una bruja. Creo que fue por eso por lo que dejaron de hablarse. Menos mal que Mapi y yo no reñimos y todos los domingos nos veíamos en la placeta de detrás de mi casa y allí ,a escondidas, seguíamos cogiéndonos la mano y apretandonosla fuerte,
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