MI GUARIDA

(Iquer)
Bajo mi dormitorio hay una habitación tapiada, sin ventanas ni puertas, ¿qué oscuros secretos esconderá? He buscado, sin éxito, su entrada en la planta baja, en fisuras de paredes, tras los armarios y cuadros; pero nunca aquí, en mi habitación, seguro que hay una trampilla que conduce al misterio.
Da pereza bajarse de la cama, pero la incertidumbre es peor castigo. El suelo está frío, yo helada y desnuda, juraría que me puse pijama. La luz eléctrica no funciona y la de luna muestra sombras extrañas, fantasmales. De pronto vi el acceso, delante de mí, en el centro de la habitación se alzaba la silueta de lo que parecía la entrada a un pozo, quizá en su día cumpliese la función de claraboya. No sé que fue más rápido, si subir a la extraña mesa o que esta se partiera en dos dejando que cayera al vacío durante un tiempo que me pareció eterno, que me desesperó hasta el desmayo.
Mi cuerpo yace en la minúscula cima de una altísima estalagmita, alrededor, solo bruma espesa. Mientras lucho contra el pánico a las alturas, un extraño Sol azulado llega a su ocaso despertando un viento gélido que me alborota el pelo, que me desnuda el cuello. Acurrucada, como una niña desamparada, abrazo mis grandes pechos con fuerza mientras una serpiente de dimensiones descomunales escala sigilosa la delgada columna. Solo la vi cuando estuvo enfrente abriendo sus fauces, siempre les tuve fobia a estos bichos, iba a morir. Cerré los ojos y una fuerte presión zarandeó mi cuerpo sin compasión.
Un aliento abrasador hizo que despertara de mi segundo desvanecimiento. Estaba en una acogedora estancia junto a… ¡un Dragón! Comprendí que me había salvado del reptil y trasladado a su guarida. Ya no tenía frío, el anfitrión transmitía seguridad, como sus ojos, seductores. Acabé haciendo el amor con él, quise sentir su poder, y tuve la experiencia más intensa de mi vida. Después, me abrazó e hibernamos nuestra pasión.
Abrí los ojos, todo había sido un sueño. Allí estaba la mesa circular, con su tapa tatuada con un imponente Dragón, mi amante, mi salvador, mi precioso Dragón.