Mar Olmedo
Siempre la consideré una mujer prudente,sensata,de esas que no discuten nunca,da gusto hablar con ella,no se altera,se muestra optimista y quita importancia a los problemas,la verdad es que te hace sentir mejor contigo misma.
Yo le acompañaba ese día,era mi abogada y teníamos un juicio,un pequeño problema con un inquilino que no se marchaba nunca de mi piso y que tampoco pagaba nunca.
Así que tranquilamente subimos al ascensor,ella iba impecable,con su traje entallado,su blusa impoluta y sus tacones de aguja.Me comentaba lo fácil que iba a ser todo y que al terminar iríamos a celebrar la buena resolución del caso.En el piso tercero se abrió el ascensor y entró un señor alto muy arreglado.De momento mi abogada,lanzó un grito increíble y empezó a darle con el bolso en la cabeza,el hombre se defendía cómo podía y yo nerviosa, al apartarme,no sé donde toqué,pero el ascensor se paró.Fué una batalla campal,nunca había visto a una mujer tan enfurecida,se quitó el zapato y con el tacón le daba por todos lados,mientras no paraba de gritarle improperios,le daba patadas,le escupía,daba miedo ver sus ojos.El hombre quedó en un rincón aguantando la tremenda paliza.Cuando la puerta del ascensor se abrió,salimos juntas al baño,se recompuso el pelo,se arregló la blusa y empezó a reirse,decía que jamás se había sentido tan bien,que estaba como nueva.Me comentó que el juicio iba a salir genial y que su ex-marido,el que había quedado hecho una piltrafa en el ascensor,lo iba a tener peor.Que como era el juez del caso,igual se iba a retrasar un poco la cosa.
Yo le acompañaba ese día,era mi abogada y teníamos un juicio,un pequeño problema con un inquilino que no se marchaba nunca de mi piso y que tampoco pagaba nunca.
Así que tranquilamente subimos al ascensor,ella iba impecable,con su traje entallado,su blusa impoluta y sus tacones de aguja.Me comentaba lo fácil que iba a ser todo y que al terminar iríamos a celebrar la buena resolución del caso.En el piso tercero se abrió el ascensor y entró un señor alto muy arreglado.De momento mi abogada,lanzó un grito increíble y empezó a darle con el bolso en la cabeza,el hombre se defendía cómo podía y yo nerviosa, al apartarme,no sé donde toqué,pero el ascensor se paró.Fué una batalla campal,nunca había visto a una mujer tan enfurecida,se quitó el zapato y con el tacón le daba por todos lados,mientras no paraba de gritarle improperios,le daba patadas,le escupía,daba miedo ver sus ojos.El hombre quedó en un rincón aguantando la tremenda paliza.Cuando la puerta del ascensor se abrió,salimos juntas al baño,se recompuso el pelo,se arregló la blusa y empezó a reirse,decía que jamás se había sentido tan bien,que estaba como nueva.Me comentó que el juicio iba a salir genial y que su ex-marido,el que había quedado hecho una piltrafa en el ascensor,lo iba a tener peor.Que como era el juez del caso,igual se iba a retrasar un poco la cosa.
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