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Curso 2016/17

viernes, 27 de noviembre de 2009

REAL DECRETO - LEY 45/2009



Cristina Cabedo Laborda

El arrebatamiento no sabe de espacios. Ni de tiempo, ni mucho menos de personas.
El Gobierno había aprobado una nueva ley, la 45/2009, de medidas urgentes para la regulación del arrebatamiento: ahora se permitían 5’5 arrebatamientos por día y por km2, sin que una misma persona pudiese repetir, claro. Y menos mal porque los arrebatos ya no daban abasto.
Pongamos por caso a Arrebato 72, que trabajaba en el pueblo de Villa Maribel. Estaba el domingo muy plácidamente en el butacón de su casa, con su batín puesto y los pies encima de la mesa viendo Titanic, cuando percibió que le llamaban del nº 42 de la calle Santo al Cielo. Era doña Inés que acababa de enterarse que le embargaban el piso. Y allí que se tuvo que ir Arrebato 72, a gesticular los brazos de dona Inés y a soltar insultos de su boca, para que luego encima doña Inés se quejara de su trabajo diciéndole que: “mira que no romper platos y tirar cuadros por la ventana”. A los treinta minutos ya le estaban llamando del nº 15 de la avenida Rey Don Emperador, donde Bertín acababa de saber por Juan que le habían suspendido en el examen final de carrera. Claro, como doña Inés le había dicho que no se había esmerado en su trabajo, Arrebato 72 puso todo su empeño en lograr ahora una buena labor y le dio por atacar a Juan. Juan también se arrebató y allí que pareció Arrebato 73, que por distrito no le tocaba trabajar en la avenida rey Don Emperador pero como la nueva ley 45/2009 prohibía el pluriempleo pues allí que mandaban también a Arrebato 73. Cuando aquella faena hubo terminado, Arrebato 72 se marchó a casa, a ver si por fin podía acabar de ver Titanic, que sus tres horas y pico duraba. Pero de camino le salió más trabajo. Al menos era de esos curros de toda la vida, de los que existen haya crisis económica o no la haya: arrebatamiento de celos, con cuernos incluidos. Era una chica del Paseo Nuevas Tecnologías que había descubierto a su novio en la cama con otra. En este caso Arrebato 72 hizo romper platos pero de tirar cuadros por la ventana nada, que eran unas copias de Monet muy logradas, y es que todo arrebato debe tener sus límites. Y ya por fin se pudo marchar a casa. Por el camino le fue entrando un reconcomer por dentro al pensar que no hubiesen incluido en la ley la prohibición de arrebatamientos los domingos, y solo de pensar en ello estuvo apunto de estallar, pero como la 45/2009 prohibía los arrebatamientos en los arrebatos pues se tuvo que aguantar y conformarse con ver, por fin, el final de la película.

Imagen: http://www.timesonline.co.uk

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