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Curso 2016/17

jueves, 5 de noviembre de 2009

LA GRASSE MATINÉE



LEOpoldo José Trillo-Figueroa Ygual.

-¡Hooostia… la que hemos liao! –dijo Paco a su amigo Manolo que, como él, estaba sentado en el suelo y apoyando su espalda en una pared tras el seto de un jardín.
-¡Manolo… Manolo… despierta que ahora nos toca beber agua!
-¿Que pasa Paco? ¿Para que me despiertas? –le contestó Manolo que, también como él, llevaba una cogorza de campeonato.
-¿Tu ves lo que yo? –prosiguió Paco dándole un codazo a su compañero para que abriera los ojos y viera lo que había en una silla que se encontraba a su lado.

Manolo, entreabrió los ojos y miró hacia el lugar que le decía su amigo. Al ver aquello, los cerró nuevamente para no ver lo que estaba viendo.

-¡Jodeeeer… mira que te lo decía yo! Eso nos pasa por ser del Madrid e ir a por la décima copa.
-¿La décima…? -le contestó Paco con socarronería- Yo creo que, entre los dos, hemos pasado con creces la vigésima segunda.
-¡Da igual! –dijo Manolo abrazando a Paco con fuerza- si ahora tenemos que beber agua, beberemos y nos iremos a pique juntos, que para eso somos amigos.

Paco no lo oyó porque, nuevamente, se había quedado inconsciente debido a la gran mona que llevaba.

De todas maneras a Manolo no le importó que no le oyera su compañero porque, también él, se había quedado dormido y roncaba.

Aquellos ronquidos llamaron la atención de un niño que, vestido con traje de marinero, había ido a recoger el gorro que había dejado en una silla al lado del seto.

-¡Papá, papá… aquí hay dos hombres durmiendo! –dijo el niño al mirar detrás del seto y ver a Paco y Manolo.

El padre del niño se acercó a ver lo que decía su hijo y después llamó al Encargado del Restaurante para pedirle explicaciones.

Al comprobar el estado de embriaguez de aquellos dos hombres y ver el desagradable espectáculo que estaban dando, el Encargado, llamó por teléfono para que enviaran una ambulancia.

Después, cabizbajo y pidiendo mil disculpas, les explicó a los padres del niño que la Discoteca “Psicódromo” que, como podían comprobar, estaba al lado del Salón de Banquetes “Souvenir”, lugar donde se celebraba la comunión; eran del mismo dueño y que, por ello, durante los días de buen tiempo y dado que el jardín daba a los dos recintos y tenían diferentes horarios, el dueño permitía que lo usaran ambos.

Cariacontecido les siguió diciendo a los padres que era la primera vez que esto sucedía y sin duda sería la última y despediría, por incompetente, al responsable de limpiar el jardín y prepararlo para la comunión por no haberse percatado de la presencia de aquellos dos hombres.

En esa explicación estaba cuando vieron llegar la ambulancia, de la que bajaron dos camillas en las que pusieron a Paco y Manolo.

Manolo, al ver a los enfermeros como se los llevaban en camilla y medio adormilado por la borrachera, dirigiéndose a Paco le dijo:

-¡Paco… Paco… nos han salvado, ya no nos vamos al fondo del mar!

Paco ni se enteró.

Un rato después de haberse ido la ambulancia y tras muchos comentarios entre los invitados sobre lo que había sucedido, los padres del niño y la niña que ese día habían tomado su Primera comunión, los llamaron para hacerse una fotografía.

La niña iba vestida de novia y estaba preciosa, el niño iba con traje de marinero y en el gorro se podía leer el nombre de su barco: TITANIC.

7 de Noviembre de 2009

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