Juan Carlos Núñez Mateo.
Se sentó.
-¿Cómo has sido capaz?
-Me da igual lo que pienses.
Se sentó junto a él.
-¿Por qué?
-Te pago con la misma moneda.
-Estás borracho.
-Estoy celebrándolo.
-Pensaba que no hablabas en serio.
-Tú nunca me tomas en serio.
Él no quería moverse, pero ella le rodeó con su brazo.
-¿Qué bebes?
-Whisky – Levantó el vaso y apuró su contenido de un trago.
-¿Puedo beber contigo?
Él se encogió de hombros y sirvió dos vasos.
-¿No te ha visto nadie?
-Espero que no.
-¿Y las cámaras de la sala?
-Me ocupé de eso antes.
-¿Sabes que puedes ir a la cárcel?
-Soy un estúpido.
-Has estropeado la exposición.
-No dramatices. Tan sólo ha sido un cuadro de una niña montada a caballo.
-¡Un cuadro de Zuloaga!
La mujer le miró con cautela, como si temiera haber gritado en exceso y él estuviera reprimiendo sus deseos de arrojarle el contenido del vaso a la cara.
-Me pareció el más apropiado.
-Desde luego. Mickey junto a “
-¿Te refieres al cuadro del desnudo?
-Si.
-Quise pintarle a Bugs Bunny, pero dos conejos en el mismo cuadro…
Entonces ella comenzó a reírse, mientras él llenaba los vasos de whisky.
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