Marta Aparicio
O sea, que estoy muerto. También es mala suerte morir justo el día de Halloween, nadie se lo tomará en serio. Lo último que recuerdo es que estaba en la terraza de casa tomando una copa. ¿Me habrá envenenado mi mujer? No, eso habría supuesto una muerte más lenta, no tan repentina. Aunque puede que ella comenzara a ponerme algo en la comida hace tiempo... No, no, qué tonterías pienso, cómo me va a envenenar mi Carmenchu. Por cierto, si ya se ha enterado debe de estar destrozada… Me gustaría decirle que estoy bien porque lo cierto es que desde aquí arriba hay unas vistas estupendas. Creo que lo mejor es que vaya a buscarla. Voy a bajar.
¡Qué barbaridad! Esto de volar es rapidísimo, tendrían que inventar algo para que la gente se pudiera propulsar. A ver dónde está mi Carmi. Uy, ¡pero si yo sigo ahí en la terraza! Por favor, que me quiten de ahí, que hay niños en la urbanización… ¡Carmenchu! ¡Carmenchu! ¿Dónde se habrá metido? Bueno, también es un poco estúpido esto de gritar si realmente no me oirá, sólo notará mi presencia tipo la peli de Ghost o algo así.
Me aburro. Aquí no llega nadie. ¿Tengo hambre? No lo sé… Es que no noto nada. ¿Tendré que comer algo o en esta vida ya no hace falta? Bueno, voy a echar un vistazo a la despensa por hacer algo. ¿Y esto? Zarnikh, número atómico 33. Bueno, el bote no tiene muy buena pinta, mejor me espero a que llegue Carmenchu. Voy a mirar si tengo algún correo, quizás aprovecho y cambio mi estado, aunque poner en Facebook muerto quizás queda un poco fuerte. Vale, no tengo ni idea de cuál es mi clave. Contraseñas, PINs y PUKs parece que no son relevantes en esta nueva vida y se me han olvidado por completo. Bueno, pues leeré las noticias a ver si dicen algo de mi muerte. Quizás abren una investigación porque ni yo tengo muy claro lo que ha pasado aquí. A no ser que la autopsia revele que ha sido un infarto o algo así, claro. Aunque yo no he notado nada. O al menos no me acuerdo.
Vaya, lucecita verde, hay mensajes en el contestador, voy a ver si me he dejado algún asunto pendiente en este mundo:
Hola Paco, este domingo no podré ir a jugar a golf, la suegra nos invita a una paella. Ya nos vemos la semana que viene
Bueno, quizás ya dentro de más tiempo.
Sr. Aguilar, soy Helena. El Dr. Ferrer quiere hablar con usted. Llámele, por favor.
Vaya, ¡a ver si ahora resulta que mi médico me iba a avisar! Pues me podría haber llamado al móvil.
Paco, cariño, estoy harta y te dejo…
¿Qué dice esta tía?
… Si me quedo más, te mato, así que mejor me voy…
¿Pero cómo que te vas?
… Has cambiado mucho y no me gustan tus negocios. Daniela te seguirá haciendo la comida.
Daniela, ¡es verdad! ¿Dónde está esa mujer? Pero, ¿qué negocios? ¡Mierda! ¿Por qué hay cosas que no consigo recordar? Bueno, no me voy a quejar, me esperaba algo peor con esto de la muerte. Pero entonces, ¿a qué me dedicaba?
Tampoco sé si ha pasado más de un día desde que morí, qué jaleo. A ver, voy a ver mi cuerpo. ¡Aaaaaaaaahh! ¿Y ese ojo? Pero por favor, ¡si me lo han reventado! Ya decía yo que veía un poco mal… O sea, que ahora, mínimo, si revivo, me tendrán que poner un ojo de cristal… En fin, cosas peores se han visto. Da mucho yuyu verse a uno mismo muerto, mejor me vuelvo para dentro. ¡Buf! Y encima ahora parece que sí que tengo hambre, sí. A ver si llega Daniela y prepara algo. Le esperaré sentado aquí dentro. ¿Zarnikh? ¿Zarnikh? ¿Quizás trabajaba con eso? Ni idea, voy a mirar en Internet qué pone: palabra de origen persa. Zarnikh oropimente amarillo, también conocido en griego como arsenikón. Se trata de un elemento químico cuyo símbolo es As y con número atómico 33. En la tabla periódica de los elementos se encuentra en el quinto grupo principal (...).
Perfecto, no sé por qué y no tengo muy claro quién, pero fijo que alguien me ha asesinado.
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