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Curso 2016/17

martes, 27 de octubre de 2009

DE DIOSES Y DE MONSTRUOS


ENRIC SERRA PRADES

Y allí estabas tú, como una gárgola demoniaca asomándose desde lo alto de una urbanización a la moderna ciudad en la que todos los que pasaban se reían diciendo al ver tu cuerpo desollado, la cara deformada, un ojo aquí otro allá:

-¡Mirad, niños: qué imaginación para la noche de Halloween!

-¿Nos disfrazaremos así, papá?

Todos, al pasar y dar con la mirada al cielo, se reían. ¿Quién no se ha reído tal vez de la máscara de Scream?

Y en lo alto estaba el cadáver putrefacto, en descomposición, de aquel hombre ignorante que después de ser asesinado o suicidarse, iba a convertirse en el show cinegético y pseudonecrófilo de todo un país.

Mientras, los años pasaron, y a una fiesta de Halloween le sucedió otra, olvidándose de aquel pobre hombre, que en 2009 se convirtió en el símbolo de Halloween. ¿Quién sabe? Tal vez él fuera Halloween, y hubiese muerto por nosotros para continuar con cada uno de nosotros el macabro ritual de ser el espectáculo a manera de expiación de un público ávido de negras y morbosas sorpresas.

1 comentario:

Rosario dijo...

Recuerda a otro que también murió por nosotros.
Nuevo origen de una religión que ya contaba con la ventaja de tener numerosos adeptos antes de fundarse y con merchandising y todo.
Muy bien.
Lo repasaremos.